El capital humano de la organización, seleccionado en base a sus conocimientos, experiencia y aptitudes, garantiza la calidad de los proyectos y su viabilidad futura.
Los planes de formación continua actualizan los conocimientos y aumentan el nivel de capacitación personal.
Una constante en todos los departamentos de la entidad es mantener una fluida comunicación con todos los agentes que participan en el día a día de la actividad (proveedores, clientes, prescriptores, etc.), recogiendo información que posteriormente analizada e interpretada, sirve de apoyo para la toma de decisiones presentes y futuras.
Son las personas las que determinan el nivel de calidad de la relación entre las organizaciones.